miércoles, 20 de agosto de 2008

Palm 3

Mujer de ojos lunares

En cada surco de tu rostro hay una historia,
en cada paso cansado hay un camino andado…

Madre sabia,
Madre roble,
Madre prudente,
Madre anciana.
Madre lunar.

Con la voz temblorosa
y las manos arrugadas
profetizas mi futuro incierto
te veo y me veo…
con los mismos ojos lunares
la misma boca lunar,
las mismas venas lunares…
Me veo y te veo.

Mujer roble,
raíz y sostén de mis ramas florecidas,
mujer plantada a la tierra,
arraigada a una lucha diaria,
luz incandescente de luna en plenitud
que ilumina a todos sus terruños
con una mirada de complicidad.

En vano me aferro a ti,
lucho contra el tiempo infiel
que se come tus alientos sin remedio.
Trato de evadirlo,
de ganarle la partida
de donarte mi juventud
a cambio de más horas, minutos, segundos…

Luna llena que cumple su ciclo,
deseo que no mengües nunca
y como luna nueva algún día entre mi estirpe
renazcas con los mismos ojos lunares
con un brillo incandescente de luna en su máximo esplendor.


Mujer de ojos lunares…
abuela mía…
te veo,
me veo,
Nos vemos…
quizás en otra vida,
quizás en la luna,
quizás en este poema,
quizás en el espejo…
donde con tus ojos lunares al verme, te verás.

Ziranda González
Del poemario: Siluetas de mujer

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